El disgusto que, según se dice, nos hemos llevado los gallegos porque ni Ortega ni Rosalía Mera han podido comprar las acciones de Fenosa que vendía Botín, a algunos se nos ha pasado ya.
A ver, los economistas o similares sabemos que el capital no tiene patria ni corazón, que hay que buscar las mejores opciones de negocio no las que «queden más monas». En resumen, que si Fenosa se ha vendido a 33 euros y Amancio Ortega creía que sólo vale 30, miremos el lado bueno: tiene mucho dinero disponible para invertir de mejor manera.
Démosle a los dueños del capital oportunidades de invertir con rentabilidad.Que no me diga nadie que en Galicia no hay mucho por hacer! Y quizás más interesante y que genere más empleo que esta compra. Si quiere alguien ideas, se las damos, pero derrotismos no gracias.