Ha muerto Angel González. Poco puede añadir un humilde lector como yo a lo que de por sí dice su obra.
Ya habíamos dejado poemas suyos en al menos cuatro ocasiones. Hoy repito uno, que me toca el corazón:
Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientras nada
me llene el corazón
si no es tu imagen, y haya
una remota posibilidad de que estés viva
en algún sitio, iluminada
por una luz -cualquiera…
yo presienta que eres y te llamas
así, con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora, amada
mía,
transido de distancia,
bajo este amor que crece y no se muere,
bajo este amor que sigue y nunca acaba.
Mi enorme agradecimiento por todas y cada una de las horas de deleite que me ha proporcionado.
A un servidor le dan ganas de dejar de intentar componer poesía cuando lee los versos, magníficos, de nuestro ya fallecido autor. ¿Cómo se pueden expresar tantas cosas en tan poco espacio? Viva la poesía y viva don Ángel González.
Estoy triste; un poeta ha muerto, pero no así su obra. Me encanta la Música, me encantan los socorridos sortilegios humanos, me encanta el amor…Pero, amig@, la POESÍA, es algo que está muy por encima de nuestros humildes y vitales planteamientos.
Estoy triste. Un poeta ha muerto. Se que muchos factores amenazan la pretendida convivencia de nuestro entorno, pero, un poeta, un gran poeta, ha muerto.
Besos, (tristes) muchos besos. ¡Viva la poesía!
No conozco mucho su obra, soy más de narrativa que de poesía tengo que reconocer con pesar, pero viendo la huella que deja en sus lectores más fieles buen poeta debió ser. Lástima que el mundo pierda gente con tanto valor, no nos sobra la verdad. Queda su obra para regocijo de generaciones 🙂