Los que me conocen bien saben que no hay mejor regalo para mi que pedirle a los Reyes Magos que me traigan un buen libro. Así que muchas gracias por el regalo, Lizard.
Y este, de Henning Mankell me ha hecho pasar unos ratos distraidísimos. Es una novela policíaca muy bien escrita, de esas que te absorben y te sacan del mundo para contarte horrores que uno cree que no le van a pasar nunca.
Aunque no siempre es verdad. Hoy tengo un día especialmente malo con tanto pederasta, asesino y, lo peor, la noticia de los ataques a inmigrantes en Italia -como podía ser aquí- que reproduce casi exactamente una de las tramas principales de la novela: esa agresión a los inmigrantes por el hecho de serlo, por el miedo a lo diferente, a lo desconocido.
Pero no nos dejemos vencer. La rabia, la creencia de que las cosas no deben de ser así nos dará fuerza para mantenernos en la luz.
Nada mais perigoso que o medo.
Lo que está ocurriendo en Italia de un tiempo a esta parte es lo que, por desgracia, veo que va a suceder en España. Cuando la mediocridad se contagia y el pensamiento se teledirige surge la activa ignorancia revestida de populismo demagógico, extendiéndose inexorablemente por buena parte de la sociedad.
En Italia, muchos de los que califican como de «simple gamberrada» el hecho de que unos canallas hayan quemado a un hindú son los mismos que se manifiestan frente a un clínica para impedir que una joven, atendiendo a la voluntad de sus padres, sea desconectada del aparato que la mantiene artificialmente con vida tras un coma irreversible que dura 17 años.
Mal vamos si los elitismos definen a la condición humana.
Besos, muchos besos.