Ayer dejé en la página la primera novela, Señora de rojo sobre fondo gris, de Delibes. Me la recomendó alguien que ha estudiado mucho a Delibes y que me conoce bien a mi. Es la que abre también mi catálogo de papel. El párrafo elegido me trae recuerdos imborrables, maravillosos.
Su sola presencia aligeraba la pesadumbre de vivir
Hoy voy a dejar la segunda: Rosa Krüger, de Rafael Sánchez Mazas. No hace mucho que la leí. Me habían hablado del libro y estaba agotado. Paseando por la Feria del Libro de Madrid, de repente, como un hallazgo, me tropecé con una reedición de Ediciones Encuentro. Creo que me alegré tanto, que acabó riéndose conmigo la señora de la caseta. Me llevé dos.
Este libro me ha llevado a muchos más sitios que otros, quizás mejores, y entre ellos al blog de Pedro de Miguel, del que me he hecho visitante habitual. También ahí, encontré muy buenas recomendaciones que he aprovechado.
Mi párrafo de Rosa Krüger:
Rosa Krüger…Empecé a pensar vagamente. No la veré nunca más. Me hubiera casado con ella y nada más con ella…Cada uno tiene su agua clara, su agua de vida…La vida no es una historia, no es una fábula. Sálvame Rosa Krüger.