A veces sólo se puede hacer eso: hacer compañía.
Cuando las cosas van mal, el viento viene de cara y se agolpan las malas noticias, hay que regalar tiempo, tiempo de paz, de escucha, de provocar sonrisas. Tiempo de ternura.
Cuando las cosas van bien, también hay que hacer compañía: hay que celebrar la alegría, hay que disfrutar juntos.
¡Qué difícil dar tiempo!¡Qué difícil estar siempre ahí, cuando hace falta! Sé que he fallado.
Y no sé por qué se me viene a la cabeza la Dedicatoria de Luis García Montero:
Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mi,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte.
Estaré, seguiré aquí.
Pues….por aquí ya pasamos unos cuantos de cuando en vez
Bonita foto… y bonita poesia…
Prometo no cansarme nunca de esperar las cosas lindas, es más prometo incluso disfrazar las feas, para no que nadie se de cuenta de que lo son, y así quizá así tampoco yo me de cuenta.
Y buscar tiempo para los que no lo tienen, y ni siquiera se dan cuenta de que son tan pobres…
Besos