Bueno, ayer lo dejamos en Carlos Dummond de Andrade.
Abrí inocentemente, lo juro, el libro, sin pensar en lo que se me venía encima. Ni siquiera tuve antes la prevención de leer el índice (por muy poco sutil que yo sea, no se me hubiese escapado la intención de títulos como «Ó tú, sublime puta encanecida» o «Nao quero ser o último a comer-te»).
Qué algarabía de penes, orgasmos, culos…De verdad que no es mojigatería, pero a la mayoría no conseguí encontrarles el gusto, el ritmo (sin segundas, eh?) que siempre hay en la poesía. Aún así, fui a la caza ambiciosa de unos versos que tuvieran la suficiente música para ser recordados. Os escribiré algunos:
Quantas veces morremos um no outro,
no úmido subterrâneo da vagina,
nessa morte mais suave do que o sono:
a pausa dos sentidos satisfeita.Entao a paz se instaura. A paz dos deuses,
estendidos na cama, qual estátuas
vestidas de suor, agradecendo
o que a um deus acrescenta o amor terrestre.
Sí, he puesto el final. El que quiera leer cómo llegan aquí que se compre el libro o que busque el poema en Interné (Amor-Pois que é palavra essencial). Bueeeeno, si me lo pide, se lo envío completo, pero advierto que superan ampliamente a las letras de Maná.
Después de este paréntesis tan poético y excitante, decidí que necesitaba cambiar seriamente de tercio. Aunque no lo hice intencionadamente, empecé (y terminé) la biografía de San Francisco de Asís escrita por Chesterton (Ed. Juventud).
Desde luego, el cambio fue brutal. Pero se ve que por influencia de Drummond de Andrade, ya soy una pagana o, mejor, una hereje: No me gustó. Y es que tengo que confesar algo, en voz bajita: no acabo de cogerle el gusto a Chesterton. ¡Vale! Deberíais de admirar lo valiente que soy al decirlo y no criticar tanto.
Bueno, eso sí, San Francisco es ya mi santo favorito, era muy bueno, muy simpático y decía unas cosas preciosas (hace más de 25 años que no leía la vida de un santo). Me había dado esta temporada por las biografías y , no sé, quizás aparque esta idea. ¿Recomendais algo?
Que no crea nadie que aquí terminó mi convalecencia y mis lecturas (¿a que mola lo que soy capaz de leer en dos semanas?). Pues no. Mañana la tercera entrega de Alien.