Ayer decidí comenzar un cuaderno, hablarte, como si estuviera ahí a tu lado. Pensé que eso me ayudaría y que quizás, cuando pase le tiempo podríamos reírnos leyéndolo.
Pensé que así toda mi energía volaría a tu lado, que tú sabrías.
Así hasta ahora.
Me he quedado sin palabras cuando más las necesito.
No sé que decirte.
Espero que me perdones.
Cuido tus sueños