Ya sabéis que mi definición de éxito no es la clásica sino la de Emerson, pero en este caso vamos hablar de los éxitos deportivos.
Y no es para menos dada la racha que llevamos -al margen de las críticas o no al patriotismo- en la que se gana Eurocopa de fútbol, Mundial de baloncesto, Winbledon con Nadal…y Alonso y sus mundiales, y los Tours…
Quizá esto ya no sea una racha, quizá hemos llegado a un punto de desarrollo como país que ahora da sus frutos, quizá…
Porque que las cosas han cambiado en el ámbito deportivo es un hecho -aunque hay que seguir avanzando- y no hay más que ver las instalaciones de los colegios hace veinte años y ahora, las instalaciones deportivas municipales y la gran variedad de disciplinas deportivas que los niños pueden probar con costes muy asequibles.
Pienso que si hubiésemos avanzado igual en el resto de ámbitos educativos a estas alturas seríamos los «reyes del mambo». Pero por una vez, no toca criticar, sino congratularse de la imagen que nuestro país está dando en este campo, analizar lo que ha funcionado y aplicarlo a otros terrenos en los que la necesidad de mejora es evidente.
En cualquier caso, agradezco esa emoción que nos han hecho sentir los Casillas, Villa, Nadal, Alonso, Sena,…¡Qué pasada!