Cada final de año hago balance, cierro mis cuentas y abro un libro nuevo a donde me llevo mis activos y mis deudas, que intento reducir al máximo. No os voy a aburrir con el detalle, pero todos sabemos lo que compensa arrastrar al año que viene y lo que es mejor amortizar y dejar atrás. Es un buen momento para hacerlo. También lo es para mirar cuanto he ganado y porque y, de lo que se ha ido, que perdidas eran inevitables y cuales se deben a mi mala gestión. Esto me puede ayudar a mejorar en el 2015. Y para terminar, evaluo mi fondo de comercio, ese intangible del que depende todo: cómo voy de ilusión, de alegría, de proyectos nuevos, de amor? Os deseo que terminéis el 2014 con pocas deudas y que vuestro Fondo de Comercio, ya muy rico, sea aún mayor en 2015!
Y un abrazo largo