Pronto pasaré más tiempo en casa y cocinaré con más frecuencia.
Como ya sabéis, no soy una buena cocinera, además apenas practico -buena la disculpa, eh?- pero no tengo mala mano si me dan una buena receta.
Ya el año pasado me propuse recuperar las «recetas de siempre» tipo sopa de pescado de mamá, merluza al estilo de la abuela de M, carne asada al estilo tía abuela, etc…
Creo que pronto volveré a empezar, pero esta vez voy a organizar ordenadamente un recetario. Algunas os las iré dejando en el blog (abro subcategoría de cocina- gastronomía y adláteres).
Hoy queda la de los freixós, que es una versión dulce y anisada de mi zona geográfica de las filloas gallegas que, a su vez se parecen a los panqueques o a los crêpes.
Se ponen 6 huevos con una pizca de sal y la ralladura de un limón más bien grande.
Se añade el azúcar. Los que los quieren menos dulces le ponen cuatro cucharadas colmadas y los que más seis.
De anís -no sirve cualquiera, La Asturiana está bien o Marie Brizard, por ejemplo- es medio vaso, unos 100 cl.
Batimos todo bien.
Incorporamos dos vasos y medio de leche (nunca más que se acartonan) y cuatro y medio de agua.
Para esto hace falta medio kilogramo de harina así de entrada. Se vuelve a batir y se ajusta la harina (pueden ser a ojo hasta 100 gramos más).
Si puedes dejar reposar el mejunje un poco, mejor.
Después ya sabes, un trocito de tocino en un tenedor que mojas en aceite para pasar por la sartén y lo más finos posible.
Déjalos enfriar antes de apilarlos.
Podéis tomarlos así, con miel, rellenos de nata, de chocolate…..
Pues eso, que difrutéis de un buen postre.
Buenas noches.