Es el título del último post que ha escrito José Luis Gutiérrez en su blog Sonrisas de Colores.
José Luis es el primero que se ha puesto manos a la obra. Toda mi admiración para él y ánimo a Pablo que está iniciando su viaje a Katmandú para que Dididai pueda continuar ayudando a los niños de Bal Mandir.
Realmente son gente imprescindible.