Resulta muy agradable vivir en mi casa, pero las mañanas de domingo permiten disfrutar aún más.
Me encanta desayunar en la mesa de fuera, con todo el campo y los árboles por delante, sin apenas más ruidos que algún pájaro, un leve rumor del viento en los árboles y lejos, muy lejos hoy que el viento viene de arriba, de los coches que pasan camino de la playa.
He preparado el doble de café, fruta de nuestros árboles y hoy, como excepción, hemos ido al horno a comprar bollos. Solemos desayunar tostadas, pero esas napolitanas casi caseras están de muerte.
Me siento a leer el periódico. Mi capacidad de concentración ha mejorado mucho últimamente y me descubro leyendo artículos enteros (antes pasaba sólo por los titulares y en diagonal). Leyendo lo que leo me siento una privilegiada, vivo en un lugar en paz y, aunque a la economía ya se le ve el ajuste que viene, razonablemente próspero.
Me alegro de la salida de la Xunta de Antón Losada -ya sabéis que poco hablo mal de la gente pero este no era mi tipo- y de la entrada de Javier Ferreira. A Javier lo conozco desde niños, de la pandilla de verano y sólo personalmente, pero es buena gente, educado y trabajador. No conozco su faceta política actual pero le deseo mucha suerte y que haga un gran trabajo.
Al periódico hoy sí se le nota que ha empezado el curso, viene gordito y cargado de publicidad. Cuando me dedicaba a eso me encantaban estos periódicos de fin de semana. Lo reconozco, también por las cifras de facturación frente a presupuesto. Siempre miro más los anuncios aún hoy.
Me molesta ver la publicidad de un máster de creación de empresas «sólo para mujeres». No entiendo estas tonterías. Hay personas, personas que emprenden…Yo tengo un socio y es….¡hombre!. Pido disculpas a lo políticamente correcto por haber «emprendido» juntos.
¡Qué bien no tener hipoteca! Porque esto se está poniendo crudo. El euríbor va para arriba y si ya te quedan cada mes 250 euros menos sólo por intereses, ahora además sube el pan un 15%, y la leche, los huevos….El empleo ya no está tan boyante y todos los agentes del mercado inmobiliario se quejan de lo parado que está. Comentaba con J. el viernes, los apuros del sistema financiero. En fin, que el otoño se presenta apretadito. Habrá que echarle imaginación.
Leo en El Semanal el artículo de Pérez-Reverte. Un hombre con el que suelo estar de acuerdo en el fondo y en desacuerdo en la forma, y esto no es trivial, para mi claro, que a él qué le importa. Esta vez me quedo en-cantada porque con mi aspecto físico tan pasado de moda, sólo gente como él aprecia ventajas. La verdad es que la moda del invierno me gusta y no nos sienta mal a las que no somos muy rectas que digamos.
Y, aunque me tenía prohibido a Coelho, reconozco que hoy lo he leído y hasta voy a terminar con un trocito de su final (también en el Semanal):
Al renunciar a nuestros sueños y hallar la paz, entramos en un periodo de tranquilidad. Pero los sueños muertos empiezan a pudrírsenos dentro (…)
Evitemos semejante situación encarando este curso con la reverencia del misterio y la alegría de la aventura.
Me encanta eso de la alegría de la aventura. Os seguiré contando mi navegación, que aún me queda mucho relato por delante.
PD.-¡Ah! Y nuevo álbum, Magic, de Bruce Springsteen. Yo me apunto a Radio Nowhere. Soy una rockera y el Boss «de siempre» me enamora.