A veces pienso que quiero escribir de algo, tengo en la punta de las neuronas una idea. Pasa ese segundo y lo olvido.
Mi memoria se ha vuelto frágil. Sacudida por tanta información apenas fija conceptos. Mi lucha ahora es por cambiar esto: menos titulares, más conocimiento. Tengo que intentar volver a recoger en la memoria lo verdaderamente interesante.
Es verdad que no he dejado de aprehender tu risa, tu forma de mirar, el color de las hojas en otoño o el olor del mar. Afortunadamente hay mucho más que memoria.