Esta semana puede tener muchos temas de interés pero protagonistas uno: Barak Obama.
Al margen de sensacionalismos, me he quedado con dos cosas:
– Un Presidente negro en la Casa Blanca. Ya sé, es un tópico. Pero no puedo evitarlo: me emociona que las minorías ganen, me da la sensación de que no vivo en una habitación cerrada, sin esperanza de cambio. Algo puede cambiar si esto puede pasar, ¿no creéis? A mi me refuerza mi fe en el futuro.
– La reacción de McCain: ole, ole y ole. Si ambages. No ganó a medias, ni anduvo con paños calientes y ¡hasta se atrevió a alegrarse por los negros! Que visto lo que pasa en este país, me resulta de una refrescante claridad.
Pues eso, a ver si ahora, después de tan buen principio, este hombre es capaz de aprovechar la posibilidad que todos le están dando de empezar de cero, sin las rémoras de Bush, al menos las emocionales, que las económicas ya es otra cosa.
Me alegro por la victoria de Obama pero no dejo de pensar en la clase y elegancia de McCain. Nos cueste confesarlo, esta gente nos da lecciones de Democracia.
Ahora, es tiempo de esperanza e ilusión. Venga, seamos optimistas.(Aunque no me gustaría estar en la puiel de Obama ahora mismo. Vaya papeleta.)
Besos, muchos besos
Pues yo aunque me alegro, me sigue apenando mucho la derrota de Hillary Cliton, que quereis que os diga, la veo con mas determinación, mas fuerza, mas inteligencia política, aunque quizá, peor acompañada, aunque me alegra muchisimo lo que simboliza la victoria del nuevo presidente.
Creo que su victoria se debe, a la necesidad de fabricar un nuevo mito, un nuevo heroe, un nuevo sueño, en definitiva, creo que es las elecciones que mas han estado manipulando la opinión pública, una mano negra, se ha dado cuenta del descredito al que ha llegado el pueblo americano con George W. Bush, y esa mano, ha creado una nueva figura que huele a esperanza. Me recuerda, salvando las diferencias, a lo de «por el cambio», que tanto ilusionó en nuestro pais en unas pasadas elecciones.
No hay que olvidar, que aunque son democratas, siguen siendo, como escuchava hoy por la mañana en la radio, la derecha de nuestra derecha, que ya es decir…
Amalia, a ver si reparas (o similar) de una vez el ordenador. Me gusta el ratito diario que paso en tu blog, y me gusta mucho leer en el comentario de Leiter lo de «Besos, muchos besos».
Pues eso mismo, besos, muchos besos.
Un abrazo, Amalia.
Perdón po la falta de ortografía (escuchava no, sinó escuchaba) y si hay otras faltas, pues mis disculpas de nuevo…
Pues sí que está muy bien lo de los halagos que los dos contendientes se dedicaron mutuamente en la noche electoral. Pero esta situación no es extrapolable a España por el simple hecho de que aquí no se vota a un Presidente, si no a unos diputados que elegirán al presidente en nuestro nombre. Obama y McCain se disputan directamente el ejecutivo, sin intermediarios, y cuando acaban de hacerlo cada uno a su casa: Obama a la Blanca y McCain de vuelta al senado. No seguirán, como aquí, desgastándose mutuamente en la cámara legislativa para preparar las próximas elecciones por la sencilla razón de que no coinciden en ella y, además, es casi seguro que no volverán a ser rivales para optar a la Presidencia.
A la vista de lo sucias que son las campañas estadounidenses, no se puede decir que los americanos sean más elegantes que los españoles, simplemente que, en algunas cosas, su sistema funciona mejor que el nuestro. Su separación entre legislativo y ejecutivo es mucho más clara que la nuestra y eso facilita las cosas, así como la limitación de mandatos.
Por cierto, Morgan Freeman, negro, ya fue presidente de los Estados Unidos. Pero claro, no es lo mismo.:-D
Gracias a todos por vuestras opiniones. Intentaré escribir más seguido, Juana.
Besos, muchos besos.
Tengo que reconocer que ha sido la primera vez que unas elecciones de EE. UU. me han emocionado tanto. Imagino que ni me va ni me viene, pero al ver vencedor a Obama me emocioné y me vino a la cabeza la imagen de Luther King antes de su discurso. Lo que estas elecciones signifiquen para el futuro, pues sólo él y los que le rodean sabrán…
La noche de las elecciones estuve toda la noche trabajando y pude seguirlas en directo y ver el discurso de McCain y como a ti, me sorprendió muchísimo (para bien).