Leo que Google lanzará su tienda de venta de música online para competir con iTunes. Aunque soy una iTunera convencida, creo que es muy bueno esto de tener competencia potente en un mercado como el de la música online. De alguna manera, supone rehacer el modelo de mercado de distribución musical después de una larga transición -alargada inutilmente por las grandes multinacionales discográficas- que lo único que hizo fue favorecer el pirateo. Vengo diciendo desde hace años que uno no puede poner límites a la realidad, esta los desborda. Si yo puedo obtener música de calidad y de forma flexible a un precio bajo (descienden dramáticamente los costes de distribución y reproducción) quizás el pirateo tenga menos sentido. En mi caso, estaría dispuesta a pagar un abono mensual por poder tener acceso a un buen streaming y a una bajada de megas limitada pero amplia. Y creo que muchas personas piensan como yo.
Mientras tanto, todos pirateamos más o menos. Y aunque creo que soy de los pocos que no tienen un emule o similar en su ordenador, entiendo el pirateo por estos desajustes de mercado.
Eso sí, no protesto demasiado, o lo hago con voz bajita, cuando me piratean a mi. Como sabéis, tengo CCC en este blog o en Flickr (es decir, puedes reproducir lo que hago o subo mencionándome y sin ánimo de lucro), no soy especialmente restrictiva, pero tampoco me siento con fuerza moral para serlo. Estos días en Flickr hay un movimiento de protesta por el uso de las fotos personales y con copyright en páginas comerciales. Lo entiendo y me parece normal, pero yo no me siento legitimada para protestar porque otras veces he disfutado de contenidos gratuitos pertenecientes a personas que tienen derechos de autor y que viven de ello. Si no doy ejemplo, a callar!