Tao te king (II)

| |

Cuando se apacigua un gran resentimiento,

suele quedar más resentimiento.

¿Cómo puede ser eso bueno?

Así, el sabio,

prefiere el lado izquerdo en un acuerdo

pero no exige cuentas a nadie.

Quien posee virtud es acreedor;

el rencoroso es recaudador.

El curso del cielo no tiene validos,

siempre acompaña al hombre de bien.

Grandes enseñanzas que no termino de aprehender.

1, 'include' => $prevPost->ID, 'post_type' => $post_type, ); $prevPost = get_posts($args); foreach ($prevPost as $post) { setup_postdata($post); ?>

1, 'include' => $nextPost->ID, 'post_type' => $post_type, ); $nextPost = get_posts($args); foreach ( $nextPost as $post ) { setup_postdata($post); ?>

9 comentarios en «Tao te king (II)»

  1. Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices
    por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino.
    Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar,
    más otras apenas vemos entre un paso y otro.
    A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.

    Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos.
    El primero que nace del brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá,
    que nos muestra lo que es la vida.
    Después vienen los amigos hermanos,
    con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros.
    Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.

    Mas el destino nos presenta a otros amigos,
    los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino.
    A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón.
    Son sinceros, son verdaderos.
    Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz.

    Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón
    y entonces es llamado un amigo enamorado.
    Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies.
    Mas también hay de aquellos amigos por un tiempo,
    tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas.
    Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro,
    durante el tiempo que estamos cerca.

    Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes,
    aquellos que están en la punta de las ramas
    y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra.
    El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas,
    algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones.
    Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca,
    alimentando nuestra raíz con alegría.
    Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino.

    Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad.
    Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única.
    Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.

    Habrá los que se llevarán mucho,
    pero no habrán de los que no nos dejarán nada.
    Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida
    y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.

    Amalia, me tropecé con el olivo de casualidad….
    Me das sonrisas, nostalgias, alegrías..
    Gracias por el 2009…suerte en el 2010….

    Responder
  2. Creo que mi edición (Tao Te King Ilustrado, EDAF) resulta algo más inteligible, e incorpora algunos comentarios que transcribo muy abreviadamente poniéndoles unas coletillas.

    Cuando impones la paz en medio de grandes hostilidades
    siempre queda un residuo de resentimiento.
    Cómo juzga esto el experto?

    … cuando un conflicto importante se soluciona mediante
    la imposición, perdiendo la parte más débil, siempre queda
    un rescoldo de resentimiento. Parece referirse a los levantamientos de campesinos descontentos, violentamente aplastados por los gobiernos chinos, pero que al cabo de un tiempo se reproducían. Lose-win is lose-lose in the long term, we’ve talked before about this, do you remember?

    Por esta razón, los maestros sabios conservan los recibos y garantías, pero no exigen al pueblo pago alguno.
    Los que poseen la fuerza del carisma
    se encargan de los contratos,
    los que carecen de esa fuerza se encargan de los impuestos.

    … los contratos en China se escribían en tablillas, que se partían llevándose cada parte una mitad (el lado izquierdo de la traducción que manejas tú?). El buen gobernante establece contratos con sus súbditos, pero no los agobia exigiéndoles los pagos, aunque los mantiene conscientes de sus obligaciones. El mal gobernante es como un mero recaudador. Tampoco es difícil trasladar la analogía al mundo empresarial, verdad?

    El dao (tao) del orden cósmico es imparcial,
    pero acompaña constantemente a los sabios.

    … como individuos somos indiferentes para el orden cósmico,
    pero pueden beneficiarse del mismo aquellos que lo estudian, lo conocen y se educan a sí mismos conforme a sus normas. O también podríamos decir que la realidad es muy tozuda, y ay de quien no aprenda a asumirlo 😉

    Responder
  3. Casualidad (no creo en las casualidades, por cierto) hace tiempo que vienes según creo, me alegro de que hayas decidido comentar y con un comentario tan completo y tan bonito. Eres bienvenida.Gracias por tus deseos y que se cumplan los tuyos más íntimos también.

    Mi Tao es de Siruela, Xurxo, pero no he utilizado ese que es muy difícil de entender sino una mezcla y no sé si no lo habré hecho peor!!
    gracias por tus aclaraciones.
    Cuando doy clase de técnicas de negociación les digo que salvo algunos casos muy concretos -sí, hay algunos en los que no- hay que usar siempre el win-win, pero a veces los sentimientos se desbordan y no es fácil.
    Siempre me ha dado mucho que pensar esto. Cuántas veces queda ese rescoldo de resentimiento! Y no permite hacer cosas buenas. Hay que liberarse mucho por dentro para conseguir ser una persona de bien.
    Y sí, la realidad es muy terca!

    Responder
  4. Una breve pero hábil negociación tuya nos salvó a todos una vez de quedarnos sin cena; eso sí que es tao!

    A veces no es malo que la realidad sea terca, no? Incluso podría serlo más, y permitir solo lo auténtico. Y no es cierto también que una buena parte de nuestra realidad la determinan nuestros propios pensamientos? Si estos son positivos y libres, generan una realidad abierta; pero si proceden mayoritariamente de nuestros miedos, será lo contrario.

    Cielo santo, día de reyes y menudo ladrillo estoy soltando.

    Responder
  5. jajaja, ya lo había olvidado! qué bueno!
    Qué bonito eso que has escrito, jesús, sí, que sea más terca!
    No es un ladrillo, para nada, me parece interesantísimo. Estoy de acuerdo con tu exposición pero hay que conjugarla con que a veces no todo depende de ti y hay que saber aceptar las circunstancias, aunque te resulten adversas. No me refiero a tener miedo o resignarse sin más, pero sí que creo que es importante saber diferenciar lo posible o deseable de lo que no lo es. Ahí soy muy epicúrea y siempre apuesto por el placer a largo plazo, no a corto. Es decir, no darse de cabezazos contra las paredes tontamente. A veces hay que tomar otro camino.
    Jo, me gusta esto!!!

    Responder
  6. A mí también me gusta mucho lo que dices. Sentidiño. Sensatez. Y ante todo sosiego, cuidar el sosiego, diría nuestro padre Epicuro.

    Y hablando de caminos, Séneca, estoico defensor de Epicuro, decía:

    «Todos los hombres, mi querido hermano Gelio, quieren vivir con felicidad, sin embargo, cuando desean ver con claridad qué es lo que hace feliz una vida, caminan a oscuras. Y hasta tal punto es difícil alcanzar esa felicidad que cada uno se aleja de ella cuanto con mayor ansiedad se lanza a su encuentro, si se ha equivocado en el camino, porque, como éste conduce a un lugar contrario, la misma ligereza y ansia causan una mayor lejanía.»

    El camino es el sosiego. El tao de Epicuro.

    Responder
  7. Dios mío, Xurxo, si has logrado conjugar a los estoicos, epicúreos y el tao!! Eres increíble! Y yo años leyéndolos a los tres y vas y me los resumes así. Ers un crack!!!

    Pero no quiero perder un hilo anterior. Tú decías que nuestros pensamientos no deben proceder de nuestros miedos. La dificultad para mi está en discernir eso. Por ejemplo, cómo sabes cuándo abandonas algo por miedo a que no funcione, a que te hiera o sencillamente porque no es posible, cómo saber hasta dónde luchar…supongo que hay que estar muy sano por dentro y ser muy sabio para discernir eso. Cómo se hace?

    Lo que si es verdad, y en eso enlazo con tu último comentario, es que hace un tiempo me hubiese movido en todas direcciones y ahora mi objetivo es la paz, el silencio, el sosiego. A partir de ahora te cojo prestada esa palabra que expresa mucho mejor lo que busco.

    Responder
  8. Bueno, yo diría que tu último párrafo es una respuesta mejor de la que yo podría dar. Esa búsqueda de sosiego es la mejor sabiduría. Sobre luchar sólo sé una cosa: nunca las luchas de otros, les toca a ellos, es su responsabilidad. Si las cosas están en su sitio, se puede saber en que luchas meterse. Si no lo están, en realidad aún es más fácil: en ninguna.

    Responder

Deja un comentario