Publican hoy todos los periódicos la propuesta de compra de Telefónica sobre O2, la segunda operadora de móviles de Reino Unido y tercera de Alemania.
Cuando se liberalizó el mercado de las Telecomunicaciones, supongo que a muchos, como a mi, les entraron ganas de escapar de Telefónica, aquel enorme monstruo monopolístico que tan mal servicio al cliente daba.
Unos diez años después, con un mercado todavía demasiado regulado, Telefónica ha sabido, no sin traumas y vergüenzas, dar un giro enorme. Es el competidor más fuerte en segmentos liberalizados como móviles y, además, ha demostrado que puede crecer fuera de España (ya sé que ha cometido errores también) tanto en Latinoamérica como en Europa. Y si alguien prueba con el servicio al cliente, en general gana por goleada.
Tengo que reconocer que me gusta que Wanadoo (France Telecom) o Jazztel (originalmente inglesa) ofrezcan esas estupendas tarifas de ADSL que obligan a otros operadores a bajar precios, pero también me parece bien que Telefónica lo haga en Francia o Alemania.
En fin, que aunque New York Times diga que pagan demasiado, ojalá tenga razón Alierta y compren y sea para bien.
¡Ah! Y que se siga notando en nuestras tarifas.