Bésame mucho (II)

Aunque no con todos los tipos de besos. Voy a ver cuáles se me ocurren, aportad también vosotros. Hay:

Besos en el aire: esos que te dan las señoras por compromiso, con mucho cuidado de no estropearse el maquillaje contra tu cara, aunque, a veces, te rozan y dejan una furtiva mancha de carmín en las mejillas.

Besos al aire: los que te envío cuando me voy o, aún más, los que te envío cuando estás lejos y no me ves.

Besos en la mano: algún amigo galante lo hace, bromeando. Pura coquetería.

Besos en las cosas: que me recuerdan a ti, que huelen a ti.

Besos en la frente o en los ojos: esos que les das a los niños cuando los miras dormir con cuidado de no romper sus sueños, aunque a veces se ve que uno entra en ellos porque sonríen levemente.

Besos con alegría y muchas veces con abrazo: los de los amigos de verdad, los que achuchan cuando te ven, los que calientan el alma.

Besos en el cuello: que dan repelús!

Besos de piquito: que se dan rápido, de llegada, de despedida…

Besos de esquimal: con las naricitas, sobre todo jugando con los niños 🙂

Besos bajo la lluvia: dulces, húmedos, maravillosos…

Besos: esos que me hacen sentir un escalofrío de pies a cabeza, que llenan mi estómago de mariposas y que  hacen desaparecer el tiempo y el espacio para condensar mi vida en ellos.

(De estos últimos, se me ocurren varios subtipos, pero este es un blog para todos los públicos)

Besiños, beijinhos, kisses…muchos y muy repartidos 🙂