Sabe si alguna vez tus labios rojos
quema invisible atmósfera abrasada,
que el alma que hablar puede con los ojos
también puede besar con la mirada.
Gustavo Adolfo Bécquer
Sonetos a Orfeo
Sabe si alguna vez tus labios rojos
quema invisible atmósfera abrasada,
que el alma que hablar puede con los ojos
también puede besar con la mirada.
Gustavo Adolfo Bécquer
-¿Quées poesía? -dices miestras clavas
en mi pupila tu pupila azul-.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía… eres tú.
Gustavo… cuanto tiempo.
El parkison me hizo fallar….jajaja.
Jaja, bueno, yo ando de repaso, por si no os habéis dado cuenta. Leyendo a mis básicos de toda la vida -sí, Gustavo, cuánto tiempo- y poniendo sólo algunos. Esta mañana me emocionaba y todo 🙂 con los versos de Santa teresa de Avila (Véante mis ojos, poe ejemplo, una maravilla)
Ohhhh¡ ¡Grandioso Bécquer!
¿A quién no le ha ocurrido esto?
Besos, muchos besos… De atmósfera abrasada.
Y aquello de «cuando me lo dijeron sentí el filo de una hoja de acero en las entrañas…» Tremendo! Habría uqe devolver a Bécquer su reputación, no? Creo que le han puesto demasiadas golondrinas y florecillas ñoñas por encima… no sé…
A Bécquer hay que rehabilitarlo desde luego. Es mucho más que versos de adolescente en mi carpeta del cole 🙂
Mira esto:
Cuando enmudece tu lengua
y se apresura tu aliento,
y tus mejillas se encienden
y entornas tus ojos negros,
por ver entre sus pestañas
brillar con húmedo fuego
la ardiente chispa que brota
del volcán de los deseos,
diera, alma mía,
por cuanto espero,
la fe, el espíritu,
la tierra, el cielo.