Hay personas con las que se crece. Uno no sabría muy bien a qué responde el que a su lado nuestro espíritu fructifique y se esponje (…) que nos convocan, sin necesidad de proponérselo, a lo mejor de nosotros mismos. Es como si su mera presencia, incluso su existencia, nos impulsara a no conformarnos con la mediocridad de muchas de nuestras posibilidades. (…).
Contigo crezco de un modo muy singular, resultan más próximos mis sueños, más viables mis deseos, me atrevo a más y me atrevo a más, soy capaz de desafíos y de riesgos, no apagas ni agostas mis proyectos, me propongo, persigo, no me resigno, no me rindo, me dispongo, me entrego, me doy. (…) Implica un atrevimiento. Tal vez el de quererse, tal vez el de querer. Contigo es menos difícil. Creces conmigo.
Contigo es el título del libro de Ángel Gabilondo.
Totalmente recomendable para conversar con vosotros mismos. Para que valoremos la importancia del otro.
Y hablando de eso, gracias por el regalo más grande: crecer conmigo. Te quiero.
Sin que sirva de precedente, dejo una canción de Joaquín Sabina: Contigo.
Y del Canto del Loco, Contigo
Y de Toni Zenet: Soñar contigo.
Y, por último, uno de mis boleros favoritos y que es como para esta entrada: Contigo Aprendí (Armando Manzanero y la Barbería del Sur). Tu presencia no la cambio por ninguna.
Estás que te sales.
Besos.
Angel Gabilondo sí que se sale! Yo…bueno…es muy tarde…
Gracias por la recomendación. Es delicioso.
Besos