Buenas noches, de nuevo. Estoy escribiendo con un «costurón» nuevo y cuatro agujerillos más. Me han grapado y desgrapado, anestesiado y dopado. Y lo peor, o lo mejor, es que me han pillado de sorpresa.
La enfermedad, o mejor, los problemas de salud (me niego a tener mentalidad de enfermo), encierran muchas cosas buenas. Una ventaja importante para los seres de mi especie, acelerados por naturaleza, es que paras, lo quieras o no. Y eso que llaman convalecencia, bien aprovechado da para leer lo suyo. Os cuento. Esto será un poco largo.
Me llevé el libro que acaba de publicar Kazuo Ishiguro (Anagrama), Nunca me abandones. No quiero destriparos el tema por si queréis leerlo, pero no encuentro un libro menos apropiado para estar en un hospital saliendo de un quirófano. El tema es interesante y el punto de vista de Ishiguro, la posición que toma en el relato, es muy curiosa (a mí, que no entiendo mucho de esto, me recuerda a Lolita, de Nabokov). Se lee bien, pero no pasará a mi estantería de libros para releer.
El segundo día de hospital ya estaba leyendo bastante, así que empecé Una mujer en Berlín (Anagrama). Es un libro de escritora anónima. Me lo recomendó una amiga muy de fiar, gracias, y acertó, desde luego. Mi amiga lo definió así: «Es una especie de diario (¿un blog ;-)?) de una mujer durante el final de la guerra y la entrada de los rusos en Berlín. Hay varios testimonios de este tipo, todos terribles, pero éste es algo especial. Me ha impresionado mucho, además de la inteligencia y la cultura desde las que escribe, su lucidez, su entereza y su gran humanidad. No sé si me gusta más el libro mismo o la persona que se puede verse detrás. De verdad, muy recomendable». Suscribo lo que dice, nada que añadir, salvo pasarlo a mi estantería especial y recordar que …tampoco es lo más apropiado cuando te están dopando todo el día. Aunque, bien mirado….
Al llegar a casa, al quinto día, decidí enfrentarme sin pensarlo más a los tres tomos de Cristina Lavransdatter de Sigrid Undset (Encuentro). Deben de ser casi 1000 páginas, que me parecieron 200. Creo que me lo leí en unos cinco días.
No sé qué decir de esta obra. Es una obra maestra, está bien escrito, es hermoso, es profundo. Es un tratado de la vida misma. Bien ambientado en la Noruega medieval, teñido de sentimiento religioso por los cuatro costados (no se asuste nadie, el tratamiento es muy fresco y en todo caso, compensa). Me lo han prestado, gracias también a ti, y creo que lo voy a secuestrar para releer algunos trozos despacito. Merece la pena descubrir la profundidad de los personajes, tipos humanos, que se describen. Recuerda a las grandes obras rusas, pero, no sé, menos barroco, más austero el relato.
Os lo recomiendo, desde luego, aunque advierto que hay que estar un poco entrenado…o convaleciente. Sí, creo que Cristina me ha hecho mucha compañia estos días, me ha ayudado mucho a que pasasen volando, presa de la ansiedad de leer la siguiente página.
En medio de todo esto, pedí que fuesen a recogerme unos libros que había dejado encargados en Lume. Por un error mío, me han traido un libro de poesía de Carlos Drummond de Andrade editado en Hiperión, El amor natural. Aunque no era lo que esperaba, decidí que un poco de poesía amorosa brasileña, después de tanto drama, podría animar. Antes de empezar cita unos versos de mi admirado Salinas:
Largos goces iniciados,
Caricias no terminadas,
Como si aún no se supiera
En qué lugar de los cuerpos
El acariciar se acaba,
Y anduviéramos buscandolo
En lento encanto, sin ansia.
Bueno, pues en la próxima entrega os cuento cómo acabó lo de la poesía brasileña, erótica, por cierto, y el resto de mis lecturas.
Salud.
Me ha encantado leer este relato de convalecencia (aparte de comprobar que ya te vas restableciendo porque vuelves a escribir). De todos modos, aunque los libros que has mencionado parecen haberte gustado, también mencionas que son algo deprimentes. ¿Seguro que no tienes algún amigo que te recomiende algo más divertido? Vaaaale, de acueeeeerdo, yo empiezo:
http://www.elalmanaque.com/libros/castellano/ocio/humor/
http://www.librosenred.com/colecciones/humor.aspx
http://www.casadellibro.com/secciones/seccion/0,1022,173,00.html?codigo=173
http://miarroba.com/fnac/c87/
Te los miras, los revisas y eliges. Yo te lo regalo, ale 🙂
Tengo una colección de libros de humor malísimos que sí me deprimirían.
Por supuesto, también leo cosas agradables, pero veo que ignoras que la gente va a ver películas de terror para sentirse bien. Yo leo libros de enefermedades mucho peores y pienso «pero si lo mío no es nada». :-D. Gracias.
Comprendo: no has ni mirado la lista. En fin…. 🙂
He entrado en dos de los cuatro enlaces y la lista es enorme, pero algunos de esos están en mi colección de libros malos. Vale, vale, me arrepentiré de ser tan mala.