Un sistema del desvínculo: el buey solo bien se lame. El prójimo no es tu hermano, ni tu amante. El prójimo es un competidor, un enemigo, un obstáculo a saltar o una cosa para usar. El sistema, que no da de comer, tampoco da de amar: a muchos condena al hambre de pan y a muchos más condena al hambre de abrazos.
Eduardo Galeano, El Libro de los Abrazos
Ayer mientras me hablaban de Eduardo Galeano, inmediatamente se me vino a la cabeza este trocito y otro que ya pondré otro día. Por no liar. Gracias, Verme, este libro es una fuente inagotable de endorfinas.
Sales en mi post