Entidades Financieras

O sea, bancos. Tienen gente dentro y esa gente puede ser muy amable.

Pongamos por ejemplo yo misma esta mañana. Entré por primera vez esta mañana en una sucursal solicitando una OMF (una transferencia urgente) y me llevaron con quien imagino que era el interventor. Le expliqué todos mis problemas y operaciones. Me escuchó. Calculó los costes. Entre pitos y flautas: 245 euros (40.000 pesetas de las de antes). No tengo que describir la cara de desolación que puse, verdad? Todos podeis imaginarla. Pero, como me había escuhado, él mismo hizo números y me sugirió una solución. Llamé al receptor de la transferencia y le pareció válida. Coste final: 30 euros. Me ahorré 35.000 pesetas y además me atendieron como a una reina.

Otra, de ayer. Nos condonaron una comisión de 40 euros para nuestra ONG, Dididai, así, sin rechistar. Pues con esos 40 euros escolarizamos un mes a un niño.

Así que yo, que me paso la vida negociando con los bancos, que rasco hasta la última comisión para mis asesorados, hoy, que iba por mis cosas, sin ejercer de profesional, me quedé fascinada de la amabilidad de la gente con la que me encuentro.  Como me sigan cayendo así no voy a poder ponerme dura.