No sé si es la manera o si no lo es, pero de lo que no tengo ninguna duda es de que está mal planteada, porque de haber entendido bien alguien la dichosa reforma laboral yo creo que no habría un alma -ni empresario, ni trabajador- que no se manifestase en contra (cada uno tendra su forma de hacerlo, algunos a lo mejor hasta a la japonesa).
La reforma deja en precario a los trabajadores en algunos temas relacionados sobre todo con los despidos, especialmente aquellos que venían definiéndose por causas objetivas, y amplía las posibilidades de descolgarse de convenios o de algunos de sus planteamientos puntuales. Da miedo pensar que eso pueda ser una coladera sin ton ni son y que algunos importantes avances sociales se vayan al tacho de un golpe.
Pero tampoco desde el punto de vista empresarial esta reforma resuelve ningún problema real: la flexibilidad necesaria para adaptarse a las condiciones del mercado, por ejemplo, asunto que preocupa más a los buenos empresarios que cuánto cuesta un despido, no se atisba, por no hablar de facilitar verdaderamente la incorporación de los jóvenes al trabajo…
Propongo que hagan huelga indefinida todos los que la han perpetrado, a la reforma esa, y que, durante ese tiempo, como castigo los contraten por obra en una empresa que se haya descolgado del convenio y que esté en riesgo de entrar en crisis en cualquier momento. Hala!
No resuelve nada, pero aprieta. Aprieta mucho y hace encajar todas las piezas en su sitio. Vuelve el miedo. Desde aquí lo percibo.
No estoy a favor de la huelga, aunque la respeto como derecho.
Creo que falta mucho trabajo por parte de todos, gobierno, sindicatos y empresarios. Mucho protagonismo y pocas nueces. De verdad, me pregunto quién habrá convencido al gobierno de perpetrar esta reforma. No lo entiendo. Merkel mal asesorada? Sarzoky el de los gitanos?