No pensaba escribir sobre esto, pero me torció la intención leer «El Semanal» del próximo fin de semana.
Andaba estos días a vueltas con la situación de la desnutrición infantil que, según el informe de Unicef, tanto lastra el futuro. Leía el trabajo de emergencia que Acción contra el Hambre está llevando a cabo para paliar los efectos de la sequía en Etiopía. En medio de tanto desastre, resultó reconfortante leer en «Hablando de» la mejoría de las expectativas para Nigeria.
Y ante esas situaciones, como tan poco se puede hacer individualmente, había tomado la decisión – después de pedir permiso a mis socio- de apadrinar un niño a través de la Fundación Vicente Ferrer por cada «cliente estable» que incorporemos.
Uno siente que tan dramáticas y miserables circunstancias caen lejos y no sabes muy bien qué hacer con ellas. Son situaciones «dadas» – que hay que cambiar- en las que niños y mayores sufren las consecuencias del hambre y las guerras.
Pero ¿qué pasa cuando lees que en tu propio país, a tu lado, hay casi 5.000 niños víctimas del maltrato infantil?. Y esta cifra se ha casi duplicado en cuatro años…
Sí, en uno de los mejores países del mundo para vivir – id a dar una vuelta si no me creéis- nos preocupamos de crear leyes para multitud de problemas sociales, más o menos urgentes y en muchos casos con una profunda discusión ética detrás, pero no existe ni una sola ley que específicamente proteja a un menor de sus propios padres o cuidadores.
Hemos visto campañas, necesarias probablemente, para reducir los accidentes de tráfico o el fraude fiscal, mejorar el reciclado de residuos o reducir el riesgo de incendios, pero ¿habéis visto alguna, aparte de en los supermercados los carteles de alguna ONG, que denuncie el aumento del maltrato infantil? ¿érais conscientes de esa subida del 78%?.
¿Qué clase de sociedad estamos creando? No hay crimen peor que atentar contra tus propios hijos, pero apenas se denuncian casos porque lo «políticamente correcto» es no meterse en la vida de los demás. Eso se llama pasotismo, egoísmo y comodidad.
No debemos permitir que nadie, a nuestro lado, haga daño a un niño y el Gobierno debe legislar y generar herramientas para que los niños estén amparados (de amparar: favorecer y proteger).
A veces tengo la impresión, y es solo una impresión que me ayedareis a solventar, de que no es que crezcan los malos tratos de este u otro tipo, sino que ahora se conocen más a través de los medios.¿qué os parece?
No obstante, me parece un avance que a los niños en el colegio se les fomente el ayudar a otros niños y crear entre ellos un ambiente asociacionista, que en esa gente menuda es difícil
Por otra parte, también ayuda y lo reconozco en mí, a tratar de educar con responsabilidad, con respeto y en libertad.Hay que tratar de sacar conclusiones positivas, aunque la verdad el asunto es de suma gravedad.
Estoy con Capi, creo que cada vez se conocen más, incluso me atrevería a decir que antes había más. Siendo un crio he visto, más de una vez, un padre/madre darle una hostia a un amigo por cualquier tontería y ahora no lo veo. También es que los de mi generación estábamos todo el día en la calle y la de ahora encerrados en casita.
Me gustaría que la gente fuera tan responsable que este tipo de medidas no hicieran falta. Pero no, no lo somos.
Y como todo, tiene su parte mala, no recuerdo haber visto, recientemente, a un madre/padre pegarle a un hijo, pero sí recuerdo de un hijo amenazar con denunciar a su padre/madre por que no se subyugaba a sus caprichos.
La mayoría de los niños maltratados lo son hasta los tres años.
La comunicación entre los juzgados y los servicios sociales catalanes en el caso de Alba (la niña de 5 años que estuvo en coma por los maltrataos de su padrastro) tardo unos 34 días en llegar en la epoca del correo electronico………. eso no se se arregla legislando. En mi opinión en nuestro pais como suele ocurrir en los paises latinos tenemos demasiada mania por legislar, legislación que luego no se cumple…….
Con la intención de en la medida de lo posible alejarlo de la lucha politica (que no del debate) me gustaría que alguna persona responsable preparado y con prestigio se encargara de analizar el tema y proponer medidas, luego que el gobierno explicará las que toma y las que nó con las razones correspondientes. Para temas como esto podríamos utilizar a gente con experiencia y conocimiento del funcionamiento del estado, un informe de un grupo de trabajo copresidido por Felipe Gonzalez y Aznar por ejemplo.
Es un tema que me altera especialmente…….
Se me ocurre que podríamos empezar por definir y difundir que no se debe pegar a un niño, nunca y por ninguna razón…… es algo que no debiera quedar a criterio del padre/madre porque hay personas con muy poco criterio
Tampoco estoy muy comodo con la idea de padres drogadictos o alcoholicos con niños pequeños, pero ahi hay un claro conflicto entre los riesgos para menores indefensos y absolutamente dependientes (los niños pequeños) frente al derecho de cada uno a tomar las decisiones que afecten a «su» vida aunque sea para desperdiciarla o destruirla…..
En otro orden de cosas tambien opino que el hecho de que un niño pequeño no pueda estar con su padre mas que 4 o 5 días al mes porque este se haya divorciado de su madre es otra forma de maltrato a los menores, fomentada en este caso por muchisimas madres como medio de venganza o extorsión contra quien se atrevio a separase de su lado, irse con otra o lo que fuere (o padres en el caso contrario que se da poquisimo) y amparada por el sistema judicial……. y por la legislación……..que hacen los politicos
Supongo que tienes razón y no todo se arregla con legislación. Tú aportas formas de empezar a solucionarlo y apuntas a una mentalización total, que me parece indispensable: no hay que pegar a un niño, sin excepción, puesto que no hay criterio. En todo caso, no sé que puede hacer un niño de de 0 a 3 años para merecer que se le pegue, o uno de 3 a 6 que es la segunda franja de edad con mayor porcentaje de malos tratos.
Gracias Pablo por la sensibilidad al tema. Sólo eso sería ya un principio de solución.