Si no quieres discutir, no discutas.

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Hace unos diez días estaba recogiendo mi coche que aparco, de forma bastante habitual, en el lateral de una pista vecinal, medio subido al monte, cuando se paró a mi lado un señor en su coche. Al bajar él la ventanilla me acerqué amablemente por si quería preguntar algo, pero no….

El hombre, ya mayor, estaba indignado por la ocupación de su pista. Empezó a echarme en cara desde el principio de los tiempos la cantidad de veces que algún vehículo le había entorpecido. Evidentemente, puesto que él estaba a mi lado en su ford fiesta blanco, no era mi caso. Se lo hice ver, pero ni me escuchó. Simplemente me amenazó con cerrar la pista. Esta no tenía, ni tiene, ningún tipo de señal que la diferencie de un camino vecinal cualquiera por lo que todos aparcamos ahí.

Le dije: Mire, no tengo ganas de discutir con usted. Es evidente que no le estoy molestando. Si es suya y quiere cerrarla, hágalo. Ahora voy a coger mi coche y me iré.

Me miró airado, como si fuese una perfecta maleducada, porque no le di pie a seguir una bronca que, en el fondo, necesitaba soltar. Subí al coche y vi como gesticulaba aún desde el suyo. Después empezó a maniobrar para dar la vuelta.

Si hubiera sido buena chica debería haberle dado algún motivo para soltar su ira, porque ese día le empezó una úlcera. Mala suerte, ese día mis nervios no podían permitírse ese lujo.

¿Qué hubiérais hecho en mi lugar?

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15 comentarios en «Si no quieres discutir, no discutas.»

  1. El verano pasado tuve una experiencia parecida. Mi coche bien aparcado y uno en doble fila que no me deja salir. Espero. Toco un poco la bocina. Toco más la bocina. Me lío a bocinazos. Diez minutos. Dos cigarrillos. Nada. En esto, se acerca un espontáneo y me dice que el coche está abierto, que por qué no le quito el freno de mano y lo empujamos un poco. En el momento en que estoy abriendo la puerta, sale de no se sabe dónde un basilisco al grito de “no toques mi coche”. Intento explicarle lo que ha pasado, pero es imposible ante la sarta de improperios que me suelta a gritos. Miro hacia atrás, buscando el apoyo del espontáneo y resulta que ha desaparecido misteriosamente. Siento incluso miedo físico, ante la violencia de los gritos.

    Respiro hondo. Espero. Cuando parece que escampa, le digo en el tono más gélido de que soy capaz que por favor quite el coche. Lo retira sin dejar de gritar barbaridades. Al ir a subirme al mío, se me acerca una mujer con cara de susto y me dice en voz baja: “perdona, mi marido a veces se pone muy nervioso”. Le contesto, lo suficientemente alto para que él me oiga: “peor es lo tuyo, que aguantas a este energúmeno todos los días”. Y salgo pitando, claro, no vaya a agredirme el animal ese. Que una cosa es la dignidad y otra acabar en urgencias.

    Luego, en frío, se me ocurrió que a lo mejor la pobre mujer se llevaba una bronca por mi culpa. Lo sentiría de verdad.

    En fin, supongo que esta gente se dedica a descargar su ira con el primero que pasa. Desde luego, este no creo que pille ninguna úlcera, al menos por reprimirse. Lástima.

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  2. Probablemente lo mismo…aunque quizá hubiera intentado ser más amable..la amabilidad desarma mucho al enfurecido, no quiero decir que tu no lo hayas sido, sino que intentaria ser más simpatica si cabe…eso ya acaba por derrumbarlos…No cabe duda uno no discute si no quiere por muy torpe que sea el adversario. Que pena no tener siempre la suficiente entereza!..entereza ..de eso se ha hablado aqui ya antes no?
    Besos

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  3. No acabo de entender bien la situación, pero yo si fuera chica le enseñaria el escote……….. en las peliculas americanas siempre funciona

    Almudena, espero sinceramente que gracias a ti se llevará una bronca y ese fuera el detonante para que se diera cuenta que estaba estropeando su vida con ese amargado y lo plantara…….. despues de un tiempo meditando en la costa en casa de una amiga se daría cuenta que en realidad hace mucho que ya no le quería que estaba con el por pura inercia y que no le habia dejado antes en parte porque le apreciaba en parte porque no se atrevia a imaginarse su vida diferentes a como la tenía organizada, incluso que haber prolongado aquella farsa había sido negativo para ambos, pues ninguno se había enfrentado a su problema principal: el (el cenutrio)

    A partir de ahi y deseando dar un cambio a su vida empezaría un negocio de diseño construcción y mantenimiento de jardines que le permitió divertirse trabajando en lo que le gustaba y tras un tiempo de aprendizaje, contactos y nuevas ideas cuando el cuidado de los exteriores se fue haciendo más generalizado pasó ganar pasta. Aprovecho a apuntarse a apuntarse a un montón de actividades que siempre habia querido probar: pintura, enseñar a leer a inmigrantes , un taller de escritura, paseos guiados por los cascos antiguos de Galicia, baños termales, ski aquatico, etc…. Volvió a quedar con las amigas de antes del matrimonio y bajaban al menos dos veces a la semana. Se lio con un camarero 11 años menor que ella con quien volvio a sentir la alegria de las locuras de juventud y tras unos cuantos meses y amigos/parejas ocasionales empezó a salir con un productor de vino con el que finalmente se fue a vivir…….

    I really have to get myself a job.

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  4. Vaya, Pablo. Yo buscando argumento para una novela y resulta que lo tenía delante de las narices. Añadimos un par de crímenes, salpicamos alguna referencia absurda al santo grial o los masones, nos inventamos un par de acertijos bastante simples que no tengan que ver con la trama… Y tenemos un best seller. Ve pensando qué porcentaje te quedarías de los derechos y hablamos.

    En cuanto al escote, a mí siempre me han funcionado mejor las piernas, pero lo que de verdad es infalible es poner cara de bobita indefensa y mirar al tipo en cuestión como si fuese tu héroe. Funciona muy bien cuando tienes un pinchazo y no quieres ponerte perdida para cambiar la rueda. Siempre hay a mano algún salvador de doncellas en apuros 😉

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  5. Hay dias q te apetece discutir y otros que simplemente te apetece dejar al otro hablando solo.
    Yo a veces me enfrento al qe viene con aires de superioridad y otras veces me gusta dejarle con cara de tonto y con la palabra en la boca.

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  6. Pues a mi según me de. Después de un primer intento de diálogo (como hicistes tú) o me callo y con una sonrisa le digo adios muy buenas. O le suelto una fresca de las mías, y me rio en su cara, como Almudena, en el segundo caso suelo salir pitando pero riéndome, eso sí.

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  7. Almudena ¿tu escribes novelas? o solo buscas argumentos 🙂 No te preocupes por los derechos, con unas copas arreglamos…… tambien podemos escribirla a medias, pero me da que no debe ser tan facil el exito, porque pocos trabajos debe haber más divertidos que vivir de lo que escribes…..si se vende bien.

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  8. Yo viví todo lo contrario, os cuento.

    Iba a sacar el coche, toqué el claxon, no apareció nadie hasta tres cuartos de hora después, momento en que apareció uno, muuuuuy tranquilo, diciendo:- Tranquilidad que a todo el mundo le encierran el coche alguna vez. Le dije :-Ya, pero tres cuartos de hora….

    Respondió: -ES QUE ESTABA EN EL DENTISTA.

    NO SE SI SU TRANQUILIDAD ES PORQUE ERA ASÍ O POR LA ANESTESIA.

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  9. Peter, no le viste la cara, ni Ledicia tampoco, si le hablo en francés o vuelvo a sonreirle, me pega. Pero eso del francés es muy aplicable a otras situaciones. Desde luego, viva el sentido del humor!!
    Perdido, ya me tenías cara de travieso.
    Verme, lo tuyo es como lo mío cuando me pitan en un semáforo y calo el coche….Qué paciencia los que tienen que aguantarnos.
    Pablo, eres un provocador nato. Almudena, no le sigas, que le encanta provocar. Por cierto, ¿has visto cómo escribe Almudena? No tengas duda de que si quisiera viviría de escribir.

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  10. Como veís, Amalia es una amiga como dios manda y te hace la ola a la menor oportunidad. ¿Quién necesita opiniones imparciales y objetivas?

    En cuanto a lo de vivir de la escritura, a mí lo que realmente me gustaría es vivir de la lectura. Pero no pagan por leer, ¿verdad?

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  11. Yo creo que hubiera hecho casi lo mismo, no me gusta nada ponerme a hablar o discutir con alguien que ya viene dispuesto a armar gresca, sin argumento válido ni nada que se le parezca, ni con ganas de dialogar como debería corresponder. Aunque reconozco que si el hombre me coge en un día torcido, como él debía tener el suyo, es posible que le suelte tal exabrupto que se arrepienta toda su vida de haberme dirigido la palabra 🙂

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  12. Almudena, siempre se puede intentar vivir de lo que a uno le gusta. Pensaremos. Y sin hacerla reinona, Verme.
    Chocoadicta, si me llega a pillar en un día de los malos malos…buff, se va a vivir a otro lado. 🙂

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